Las empresas cierran y el desempleo aumenta. Las consecuencias socioeconómicas negativas de la pandemia se dejan sentir más en España que en otros países. ¿Cómo puede ayudar la UE?
La pandemia de coronavirus se ha cobrado un alto precio en la economía española y ha tenido un impacto negativo en la población. En términos de daños económicos, el país es líder entre los 37 países desarrollados del mundo, miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Los expertos ven la razón de la situación no sólo en las peculiaridades de la economía española, que depende en gran medida del turismo extranjero, sino también en la política del actual gobierno de coalición. En un momento en el que las previsiones, tanto de las autoridades locales como de las instituciones financieras internacionales, auguran un mayor deterioro de todos los indicadores sociales y económicos, a los españoles sólo les queda esperar la ayuda de la Unión Europea.
El desempleo ha aumentado debido a la pandemia
Durante 11 meses de 2020 en España, hubo 100.000 empresas menos, dijo en una conversación con DW profesor de economía de la Universidad de Madrid, Roberto Senteno. De las fábricas que siguen funcionando, la mayoría atraviesa dificultades financieras -la demanda de muchos bienes y servicios en España ha caído- y se ven obligadas a recortar personal. Especialmente afectado por el cierre de las fronteras a causa de la cuarentena sufrió el turismo – el principal sector de la economía española. Perdió cerca del 80% de sus ingresos.
Otro experto de DW entrevistado – un empleado del Centro de Estudios Sociológicos de Madrid, Jesús Costa, dijo que la mitad de la población en edad de trabajar en España no está trabajando ahora: alguien perdió permanentemente un trabajo, alguien temporalmente, a causa de la pandemia. Los beneficios no los reciben todos. Por ejemplo, la renta vitalicia mínima introducida este año sólo proporciona el 9 por ciento de los necesitados. «No es de extrañar», prosigue el sociólogo, «que crezcan las colas en las ciudades para conseguir comida gratis, cuyo dinero se recoge en las parroquias.
No sólo el turismo se ha resentido en España
Sin duda, «el papel negativo que juega la dependencia de España del turismo», continuó el profesor Centeno. Y aunque la situación este verano en los centros turísticos españoles era bastante segura, el país no ha logrado convencer a los europeos occidentales, que prefieren pasar las vacaciones en casa o en otros estados de la costa mediterránea. «La falta de subsidios gubernamentales a las empresas en dificultades también está jugando un papel negativo, así como el creciente resentimiento y desconfianza hacia España por parte de los inversores privados – extranjeros y propios».
Este descontento, según el economista y sociólogo, está relacionado con las políticas de un gobierno representado por socialistas, populistas y comunistas: «Por ejemplo, cuando en la mayoría de los países de la Unión Europea las autoridades, para apoyar a la economía y a la población, reducen los impuestos, en España suben mucho, literalmente, sobre todo: y sobre la producción, y sobre la renta personal, y sobre los coches, y hasta sobre el agua con gas.»
«Es sabido que el capital busca la estabilidad política», subrayó el profesor Centeno. Y España se ve sacudida por las promesas populistas de tomar – «en vista de la difícil situación»- los depósitos bancarios de la parte rica de la población, nacionalizar los bancos y las industrias, abolir la constitución, derrocar la monarquía, etc. «La afluencia incontrolada de inmigrantes, las concesiones políticas a los separatistas vascos y catalanes por su apoyo al Gobierno en el Parlamento, la corrupción en las más altas esferas del poder no contribuyen a la estabilidad del país», añade.
En esta difícil situación, «muchos españoles sólo esperan la Unión Europea», dijo, a su vez, el sociólogo Costa. Se trata, sobre todo, de la ayuda prometida por la UE de 140.000 millones de euros. Sin embargo, este dinero, según el profesor Centeno, sólo puede utilizarse parcialmente para las necesidades sociales.
La mayor parte de la ayuda debería destinarse a la reestructuración de la economía española, la creación y el desarrollo de nuevas industrias que utilicen tecnologías avanzadas. «La tarea estratégica es asegurar el progreso del país, hacerlo menos dependiente de la situación turística, proporcionar puestos de trabajo a la población», – concluyó el experto.