¿Tienes que hacer un ensayo para una asignatura de medicina y no sabes por dónde empezar? Tranquilo, no eres el único. Escribir este tipo de trabajos puede parecer un lío al principio, pero con algunos consejos todo se vuelve más fácil.
En las carreras de ciencias de la salud, te van a pedir ensayos para evaluar si entiendes los temas y si sabes explicarlos de forma lógica y ordenada. Además, si más adelante quieres hacer un TFG, TFM o incluso publicar algo en una revista, es clave saber cómo se escribe bien.
En este post te contamos cómo hacer un ensayo médico paso a paso, qué estructura usar, cómo citar sin que te pillen por plagio, y algunos trucos para no perder puntos por tonterías.
¿Qué es un ensayo médico y por qué es tan importante?
Un ensayo médico es básicamente un texto donde tienes que hablar de un tema relacionado con medicina, dar tu opinión basada en info real y argumentarla con datos. No es copiar lo que dice un libro, es más bien explicar lo que piensas usando fuentes buenas y confiables.
En las universidades españolas, este tipo de trabajos sirven para ver si sabes razonar, si entiendes lo que lees, y si puedes expresarte bien por escrito. También es una forma de entrenarte para cuando tengas que analizar casos clínicos, leer artículos científicos o incluso escribir tu propio proyecto de investigación.
Así que, aunque parezca pesado, currarte el ensayo tiene sentido y te ayuda a pensar como futuro profesional de la salud.
Estructura recomendada para un ensayo médico universitario
Tener una estructura clara te puede salvar la nota. Si escribes todo desordenado, por muy buenas ideas que tengas, el profe no va a entender nada. Lo típico que se usa en medicina (y en general en cualquier ensayo académico) es esta estructura:
Introducción
Aquí tienes que contar de qué va el tema que vas a tratar, por qué es relevante, y cuál es tu objetivo. También puedes plantear una pregunta que irás respondiendo en el desarrollo. Ojo, que no hace falta enrollarse. Lo importante es que el lector sepa de qué va todo desde el principio.
Desarrollo
Es la parte más larga. Aquí tienes que soltar tus argumentos, meter ejemplos, estudios, datos, y todo lo que demuestre que sabes del tema. Es recomendable que uses párrafos cortos y bien separados, cada uno con una idea principal. Y, por favor, usa fuentes científicas, no cosas random de internet.
Conclusión
Toca cerrar el trabajo. Resume tus ideas sin repetir lo mismo que ya dijiste. Puedes dar una opinión final, proponer algo o incluso decir qué cosas quedan por investigar. Nada de terminar con frases vacías tipo “como se ha podido observar…”. Sé claro y directo.
Normas de citación más utilizadas en medicina
Vale, ya tienes tu ensayo medio montado, pero… ¿cómo metes las fuentes sin que te acusen de copiar? Aquí entra el tema de las citas. Sí, es un rollo, pero si lo haces mal, te pueden suspender por plagio. Mejor aprenderlo bien desde el principio.
En medicina, lo más usado en España (y en muchas partes del mundo) es el estilo Vancouver. No es complicado: pones un número en el texto entre corchetes o en superíndice, y luego al final haces una lista con todas las referencias en el orden en que las citaste. Nada de orden alfabético ni cosas raras.
También se usa el APA, sobre todo si estudias algo más tirando a salud pública, psicología o nutrición. En APA, se pone el apellido del autor y el año entre paréntesis, como (García, 2022). Y luego, en la bibliografía, haces una lista por orden alfabético.
Ejemplo rápido en estilo Vancouver:
Según un estudio reciente [3], los pacientes con hipertensión…
Ejemplo en APA:
Según un estudio reciente (García, 2022), los pacientes con hipertensión…
¿Dónde buscar fuentes buenas? Tira de PubMed, SciELO, o Google Scholar. Nada de blogs personales o noticias sin referencias científicas.
Mini-tip de oro: Si usas un gestor de referencias tipo Zotero o Mendeley, te va a ahorrar muchísimo tiempo y errores. Solo tienes que guardar las fuentes y el programa te hace las citas y la bibliografía solo. Magia.
Errores comunes que debes evitar al escribir tu ensayo médico
Aunque tengas buenas ideas, si cometes errores básicos, tu nota puede caer en picado.
Aquí van los fallos más típicos que comete la peña al escribir ensayos de medicina… para que no te pase lo mismo:
🔻 Plagio (aunque no sea a propósito)
A veces copias una frase tal cual de un artículo sin darte cuenta de que eso ya cuenta como plagio. Incluso si cambias un par de palabras, sigue siendo peligroso. Usa comillas, cita bien, y revisa todo antes de entregar. Y si usas IA o traductores, ojo: muchas veces suena raro o copia sin avisar.
Si no estás seguro de si tu texto cumple con los estándares académicos, puedes pedir ayuda profesional a un servicio especializado en redacción médica para estudiantes universitarios. Así te ahorras sustos de última
🔻 Demasiado técnico sin explicación
Sí, estás estudiando medicina, pero eso no significa que tengas que escribir como si fueras el editor de The Lancet. Si metes términos muy raros, explícalos. Piensa que quien te lee quiere entender, no buscar cada palabra en Google.
🔻 No tener una línea clara
A veces el ensayo empieza hablando de una cosa y acaba en otra totalmente distinta. Mantén el foco. Elige un tema concreto, apóyalo con datos, y no te vayas por las ramas. Si quieres contar mil cosas, guárdalas para otros trabajos.
🔻 Fuentes flojas o poco serias
No vale usar cualquier página. Si la fuente no es fiable, tu argumento pierde fuerza. Usa artículos revisados, revistas científicas y bases de datos buenas. Wikipedia para aclararte tú, sí. Para citar en el ensayo, no.
🔻 Errores de forma: faltas, formato, etc.
Puede parecer una tontería, pero entregar un ensayo con faltas de ortografía o sin márgenes bien puestos da mala imagen. Cuida los detalles: revisa la ortografía, el espaciado, la tipografía y que el archivo no pese 100 MB por meterle una portada en HD.
Resumen rápido de lo que NO debes hacer:
- Copiar sin citar
- Usar fuentes poco fiables
- Irte por las nubes sin llegar a nada
- Escribir en modo robot
- Entregar sin revisar
Consejos para estudiantes internacionales o no nativos del español

Estudiar medicina ya es complicado, pero si encima el idioma no es el tuyo de siempre… puede volverse aún más cuesta arriba. Si estás en España haciendo la carrera y el español no es tu lengua fuerte, estos consejos te van a venir de lujo para mejorar tus ensayos.
✅ Escribe sencillo, no te líes
No intentes sonar como un diccionario. Muchos estudiantes creen que escribir con palabras difíciles da más nivel, pero en realidad, lo que importa es que se entienda bien. Mejor una frase clara que una larga y confusa.
✅ Revisa con calma o pide que alguien te lea
Después de escribir, deja el texto “en reposo” un rato y léelo al día siguiente. Verás fallos que antes no veías. También puedes pedir a un compi español que le eche un vistazo. A veces, un par de cambios hacen que todo suene mucho más natural.
✅ Apóyate en herramientas, pero no confíes ciegamente
Correctores como Grammarly, DeepL o el de Word ayudan un montón. Pero ojo: a veces cambian el sentido de las frases o traducen raro. Úsalos como guía, pero no les des el control total del ensayo.
✅ Consulta guías de estilo en español
Algunas universidades tienen modelos de ensayos o guías de redacción en su web. Búscalos y síguelos. Así sabrás qué estructura, tono y formato esperan. Además, muchos tienen ejemplos reales que te sirven de referencia.
✅ Si necesitas ayuda extra, búscala
No es trampa buscar apoyo para mejorar tu redacción. De hecho, muchos estudiantes piden ayuda para revisar sus textos o incluso para que alguien los oriente con la estructura.
Y si quieres asegurarte de que tu ensayo está perfecto antes de entregarlo, siempre puedes contar con servicios especializados en redacción médica.
Conclusión
Hacer un buen ensayo médico no es cosa de genios, pero sí requiere un poco de orden, lógica y ganas de hacerlo bien. Si sigues una estructura clara, citas como toca y usas fuentes fiables, ya tienes medio camino hecho.
Evita errores típicos, escribe de forma sencilla (pero seria), y no te olvides de revisar todo antes de entregar.
Y si ves que se te complica o simplemente quieres asegurarte de que todo está bien, no está mal pedir ayuda.